Más de 2 millones de pobres, hospitales sin médicos ni medicamentos, escuelas con aulas destrozadas, miles de asentamientos en cualquier ciudad o pueblo, millones de desplazados a otros países. Una Nación atrapada por la corrupción y el crimen elegirá a sus nuevas autoridades el próximo 30 de abril. Por un lado se encuentra Santiago Peña, representante del partido de Gobierno y por otro está Efraín Alegre, quién representa a un bloque de partidos de la oposición y quién buscará llegar al poder tras dos intentos sin éxito en el 2013 y 2018.
Pilar Callizo, analista política y candidata a senadora por la Alianza Patriótica PLRA, afirmó que es muy importante que en abril revirtamos las carencias en los diferentes ámbitos.
“Es una gran oportunidad que no se debe desperdiciar, 70 años de gobiernos colorados que nos han llevado a una situación como la que nos estamos encontrando. Hay carencias que percaté recorriendo el país. La impotencia que uno siente es muy grande porque existen tantas necesidades en la salud, en la falta de trabajo, en especial para los jóvenes, falta de posibilidades para acceder a la educación por los altos costos, hacen que se imponga un principio de toda democracia que es la alternancia. La alternancia siempre hace bien, no solo de hombres, sino de partidos, porque eso permite ver cómo está la situación de lo público”, comentó.
Señaló que este modelo de gobierno ya ha llegado al fondo en el sentido que ya no despierta ninguna esperanza en la población.
“Muchos actores hablan desde las candidaturas que presentan en el partido Colorado. Pero no hicieron nada estando en el poder. Si realmente tenían intención de hacer algo, lo hubieran hecho cuando estuvieron al frente del país”, comentó.
Advirtió que nuestro país va a ahondar en la narcopolítica, en la mafia y en la corrupción si el partido Colorado vuelve a ganar las presidenciales de abril.
El partido colorado se encuentra desde hace siete décadas en el poder en Paraguay (desde 1948 con Juan Manuel Frutos hasta la actualidad con Mario Abdo Benítez), solo se produjo una breve pausa en el 2008, cuando Fernando Lugo, líder religioso de un bloque opositor denominada “Alianza Patriótica para el Cambio” logró llegar al poder, pero fue destituido cuando le faltaba poco más de un año por un juicio político llevado adelante por una mayoría colorada.
