Un algoritmo es un conjunto de reglas definidas que permiten resolver un problema de una determinada manera, mediante operaciones sistemáticas (no necesariamente ordenadas) y finitas. Son una serie de instrucciones que permiten hacer y resolver diferentes operaciones y aunque sea difícil de creerlo, nuestra vida está acompañada de estas reglas para lograr organizarnos gracias a nuestros dispositivos, uso de programas cómo excel, word o lo que nos sirva para ordenar nuestras tareas, contactos y agenda de actividades.
En 1845, Ada Lovelace tradujo al inglés un documento explicativo sobre el excepcional trabajo de Babbage al que fue añadiendo notas explicativas que ampliaron su extensión a casi el doble del original. Esta traducción y explicación fue publicada en una revista francesa.
No fue lo último desarrollado sino apenas el primero de muchos algoritmos que nos ayudan hasta ahora a tener en orden nuestra vida.
Los algoritmos se clasifican en;
- sistema de signos
- Funcionalidad
- Estrategia
De acuerdo a lo citado son desarrollados por ingenieros informáticos o personas especializadas en este campo. Que hoy día puede ser cualquier persona interesada en la informática y lo suficientemente curiosa para aprender y desarrollar tareas relacionadas a esta ciencia.
Modos y procesos
La sostenibilidad no se limita a existir en nuestras calles con vehículos eléctricos, uso de paneles solares o distintos métodos de hacer uso de energías sostenibles. Ahora el objetivo de una IA Verde es que los datos de los procesos de fabricación sean interpretados por modelos especializados en ser más eficientes, ahorrar energía y contaminar menos.
Todo eso puede ser etiquetado cómo Algoritmos verdes: una apuesta por una inteligencia artificial más sostenible.
Efectos colatorales
La Inteligencia Artificial (IA) está generando una transformación sin precedentes en diversos sectores, pero su funcionamiento también ha implicado una preocupante huella de carbono y es aquí donde los algoritmos verdes emergen como una opción para el desarrollo de una IA más sostenible y eficiente.
Cada vez que viajamos en coche, cargamos el teléfono móvil o ponemos una lavadora, entre otras miles de rutinas, dejamos atrás una estela de gases que se acumulan en la atmósfera y sobrecalientan el planeta. A esto llamamos una “huella digital” por ser el registro que el ser humano ha existido en algún momento y lugar del mundo.
Para regular la dimensión o daño de esas huellas existen los algoritmos verdes, que hace referencia a un conjunto de instrucciones o reglas definidas que consuman menos recursos y consigan el mismo resultado que obtendría uno más complejo.
Nuestra huella digital sigue aún en silencio y sin intenciones al estar frente a nuestras millones de pantallas en un mundo que va imprimiendo de forma negativa su presencia en un planeta que nos sobrevive.