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PARQUE GUASU Y SU LEY

El miércoles 22 de junio del 2022, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto de Área Silvestre Protegida /Reserva Ecológica para el Parque Guasu Metropolitano, y solo falta la promulgación del Poder Ejecutivo para que se convierta en ley. Transcurrieron desde su fundación 9 años y 9 meses, desde aquel 21 de septiembre del 2012. Los diferentes intentos de intervenirlo, desmembrarlo, fragmentarlo, realizar obras inmobiliarias y/o parcelarlo, a partir de la fecha serán parte del lamentable anecdotario de los numerosos “asaltos” públicos y privados, que nunca cesaron en sus afanes depredadores de uno de los últimos espacios verdes públicos que dispone Asunción metropolitana.

Las más dislocadas ideas de funcionarios públicos, que intentaron destruir lo que estaba construido y funcionando, fueron parte de proyectos, consultorías y otras prebendas muy bien recompensadas en nombre de maravillosas propuestas, de los cuales se beneficiaron empresas del sector privado, profesionales que “vendieron sus conocimientos al mejor postor” sin importar el daño ambiental y sanitario que esto podría generar. Embajadores, expresidentes, ministros, ex ministros, intendentes, ex intendentes, empresarios y ex empresarios, políticos y ex políticos, concejales, periodistas, columnistas, rectores, decanos e influencers, no dejaron medio ni micrófono donde exponer las bondades de emprendimientos que tenían algo en común: depredar una ubicación por demás apetecible a como dé lugar, sin pagar nada a cambio.

He tratado de no olvidar a nadie en esta larga lista, sepan disculpar cualquier grave omisión, pero son tantos, que a veces la memoria flaquea en la larga enumeración de sátrapas y oportunistas que viven a la pesca de cómo servirse de su propio país.

El Parque Guasu es apenas una muestra de lo que se intentó dañar en múltiples formas y no se pudo. Tal vez las 125 hectáreas sean un tímido reflejo de lo que ocurre diariamente, donde la ciudadanía es castigada en diferentes ámbitos y pacíficamente aguanta el anticipado infortunio al decir de Roa Bastos, con una calidad de vida cada vez más deteriorada y sin futuro promisorio en el horizonte. La historia por lo general no recuerda el nombre de los depredadores, ni sus funciones o cargos, sobre todo en un país donde la impunidad es moneda corriente, lo público un bien con escasa importancia y una larga tradición de cosas mal hechas a vista y paciencia del pueblo que, resignado, ha terminado por creer que lo público es “lo mal hecho”.

Sin amigos políticos, parientes o dinero
Mucha gente dice y repite hasta la saciedad que nada se puede hacer en Paraguay sin un contacto político. A decir verdad, la organización ciudadana Salvemos el Parque Guasu nunca estuvo integrada por políticos profesionales o advenedizos con ambiciones electorales. Su composición siempre ha reflejado la heterogeneidad de la sociedad civil como sectores de diferentes ingresos, credos y filiaciones partidarias, articulados con el denominador común de la defensa de un espacio verde público.

No cabe duda que usuarios y usuarias tienen familiares, contactos y vínculos como ocurre en cualquier conglomerado urbano. No fue necesario recurrir a esas artes ancestrales para conseguir una cita, desde el encumbrado Embajador hasta el más modesto funcionario. No fueron pocas las ocasiones fallidas y las puertas que no se abrieron frente a la cita acordada o la nota sin respuesta. La persistencia nos devolvió al mismo lugar luego de una semana, un mes o un año.

Tampoco la gestación de este movimiento fue el resultado del aterrizaje de un magnífico proyecto, con expertos muy bien pagos, profusa elaboración de papers, gráficos, mapas y otras imágenes coloridas, con resultados inciertos o no ejecutados, que forman parte de un frondoso inventario de frustraciones y fracasos. Desde sus inicios los recursos fueron muy modestos, y provenían en una gran mayoría de aportes voluntarios y un gran despliegue de energías a la hora de concentrar esfuerzos y manifestarse públicamente por un derecho en expectativa, del cual no se tenía asegurado ningún buen final.

Triunfo de la ciudadanía
No es la primera ni será la última gesta, donde la ciudadanía podrá demostrar que el poder nace de la gente organizada. Durante mucho tiempo las descalificaciones estuvieron a la orden del día, como ocurre frente a cualquier movilización ciudadana, e incluso la descalificación de “ambientalistas” nos hizo poner gran empeño en ser mirados y reflejados como una organización ciudadana. Muy pocas veces, en estos 9 años, las organizaciones ambientalistas adhirieron a esta causa. Algunas no consideraban que allí existiera un ecosistema de bajo bosque chaqueño, otras afirmaban que no era más que un yuyal crecido sobre escombros; lo cierto es que se cuentan con los dedos de una mano, las que respaldaron decididamente este proceso de lucha.

Lo que nadie pudo ocultar fueron las evidencias que día a día usuarios y algunos profesionales iban develando a nivel de flora y fauna. Estos animalitos sin voz y la silenciosa vegetación fueron tomando entidad en las redes sociales, donde se mostraron en todo su esplendor como seres vivos que sufrieron un grave daño en el incendio de las 34 hectáreas, que calcinó todo lo que encontró a su paso.

Se puede decir que hay un antes y un después del siniestro que concitó la presencia del Presidente y un ex ministro que aún trata de recuperar su yate de dudosa procedencia. Los seres vivos renaturalizaron el predio y hasta mejoraron el espacio verde. Múltiples reuniones en diferentes ministerios para prevenir un siniestro similar, solo terminaron en reuniones para discutir la agenda del próximo encuentro y así se fueron diluyendo los temores. Recién en el 2021, con escasos recursos, se han tomado unas pocas medidas concretas para contrarrestar la posibilidad de incendios forestales, por insistencia de usuarios y de la ciudadanía en general, que aún tiene presente aquellos trágicos sucesos.

Plan de Gestión Ambiental
En algunas semanas más, el proyecto será Ley y el Parque Guasu Metropolitano tendrá la protección que nunca tuvo. Será pues necesario establecer, con los distintos actores- Ministerio de Defensa, MOPC, MADES, Municipalidad y ciudadanía – el Plan de Gestión Ambiental que determina la ley en un plazo de 180 días.

La imagen de la aurora que acompaña esta nota, es una de las tantas que registra un archivo multicolor y diverso. Este proceso requiere de transparencia, honestidad intelectual de cada uno de los intervinientes y el reconocimiento de los saberes de los técnicos y profesionales que están dispuestos a realizar sus aportes generosamente.

Esta ley nos brinda una gran oportunidad para construir lo público de manera diferente. La abierta participación de la ciudadanía y los organismos de aplicación nos obliga a respetar las normas de convivencia en las 125 hectáreas. Tenemos demasiadas muestras en Asunción de las consecuencias de la desidia, el abandono y la falta de compromiso para el desarrollo de nuestra capital.

Después de todo, no se puede dejar pasar la oportunidad de hacer política con mayúsculas, política sin mezquindades ni intereses subalternos, que, para ser muy sintético y claro, se resume en la búsqueda del bien común.

Arturo Enzo Bregaglio
Arturo Enzo Bregaglio
Abogado. Periodista y Lic. Ciencias de la Comunicación. Fundador y director de Radio Sur (Córdoba) y Radio Trinidad/ViVa (Asunción). Vicepresidente por América Latina y Caribe de AMARC (Asociación Mundial de Radios). Numerosos cursos de Comunicación Política y Derecho a la Comunicación en América Latina, Canadá y Europa. Consultor de la organización para la Migración Paraguaya. Gestión de las campañas en Estados Unidos, Brasil, España, Francia, Italia, Suiza y Argentina, para el logro del voto de los paraguayos en el exterior.

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