En el documento que detalla los casos registrados mes a mes en 2019 se destaca que en el pasado año la cantidad de casos ha disminuido, con 22 víctimas menos. Efectivamente, el saldo final del último año representa una disminución importante de los 53 casos ocurridos en 2017 y de los 59 registrados en 2018. Incluso se dio, en julio último, el primer mes sin casos de feminicidio.
En cuanto a los responsables de los feminicidios se mantienen los patrones: aparecen en primer lugar como victimarios las parejas que al momento del hecho aún se encontraban en convivencia. Este grupo representa en 2019 al 47,1% mientras que las ex parejas, los que no aceptan el fin de la relación son responsables en un 26,5%, y las “parejas casuales” representan el 8,8% de los agresores.
Según las conclusiones del informe, el sistema de protección y de justicia estaría con dificultades para dar la respuesta adecuada ante las denuncias de las víctimas, teniendo en cuenta que el 38% de los victimarios en los casos producidos en 2019 tenía denuncia por violencia intrafamiliar y a diferencia del 2018, durante el último año más víctimas denunciaron previamente a sus victimarios o tenían orden de alejamiento.
Otro factor destacado en el informe es que en más del 90% de los casos el abuso del alcohol u otras sustancias prohibidas está presente, lo cual requiere mayor trabajo de prevención por los sectores del control de adicciones y abusos de sustancias.
Entre los retos para seguir disminuyendo las cifras de feminicidio en el país, el informe señala la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección, mencionando que quizás las pulseras electrónicas sean una buena medida, así como trabajar más la atención de la prevención y educación a los hombres, señalando que los agresores deben recibir atención psicológica y psiquiátrica, antes y dentro de las penitenciarías.
Actualmente el Observatorio trabaja especialmente el monitoreo de la violencia extrema o feminicidio, hasta tanto reciba periódicamente los datos e informes de los demás tipos de violencias y servicios prestados en todos los servicios del Ministerio de la Mujer, de las demás instituciones del circuito que trabaja el eje “Una Vida Libre de Violencia”.
IMPACTOS SOCIALES
El feminicidio se puede considerar un fenómeno social de carácter catastrófico, porque produce la destrucción de manera brutal del entorno familiar, que significa una grave alteración del desarrollo normal de los hijos que quedan, de los familiares, de la comunidad, y hasta del país.
Significa como mínimo la pérdida de la fuerza laboral de 02 personas, 02 fuentes de ingreso en la economía familiar que se pierde; riesgo de perpetuación del modelo de violencia, y de la pobreza.
Con relación a estos datos, la Directora General del Observatorio de la Mujer del Ministerio de la Mujer, Raquel Iglesias señaló que estos son números que parecen pocos, pero son muchos, en el sentido que una vida menos que podamos evitar que termine como víctima de feminicidio, ya es un logro. “Tener el primer semestre al año 2017: 6 casos menos y al 2018: 5 casos menos, es muy bueno, es muy positivo, pero esto no significa que tengamos que quedarnos tranquilas, quiero que esto nos anime y que con todas las fuerzas sigamos trabajando”, subrayó.
Señaló igualmente que el peor mes fue marzo, “justo cuando el Ministerio de la Mujer lanzó la Campaña Basta de Feminicidios, se dispararon los números, y fue en este mes, que tuvimos mayores casos de feminicidios. Entonces son cosas que fuimos mirando desde el Observatorio, porque también vimos que se dio mucha prensa a nuestra campaña, que tenía imágenes bastantes duras, fuertes, y a los casos que salían se le daba mucho hincapié en las formas como terminaban esas mujeres”.
“Fue allí que tuvimos la consulta de los medios de comunicación y en base a experiencias de otros países, subrayamos que sí inciden cómo se muestran los casos. Desde allí hubo cambios en los medios de comunicación en la forma de presentar la noticia, y eso también fue muy auspicioso porque había mucho más respeto, las imágenes estaban más cuidadas y la manera cómo se presentaba la noticia, porque hacían más hincapié en el victimario y no en la mujer. Creemos que esos son los aportes, así como creemos que los medios han colaborado para que disminuyan los casos”, subrayó Iglesias.
Por otra parte, habló de que el Ministerio de la Mujer evaluó el circuito que se cumple para dar respuesta a una mujer víctima de violencia; “ninguna de las mujeres víctimas han sido usuarias del Ministerio de la Mujer, es decir, que el apoyo de las profesionales de la institución tiene efecto positivo, porque esas mujeres no han sido las que están en nuestro listado de víctimas de feminicidios”, destacó.
“Queremos que las compañeras que son parte de la mesa interinstitucional, del área de salud, puedan, cuanto antes, urgir el cumplimiento, que está establecida en la ley 5777, de los centros de atención a agresores y que también se pueda volver a exigir, de parte de los juzgados, por orden judicial, el tratamiento como medida sustitutiva a la prisión”.