El Mundo, España
RIPE
El ‘premier’ Boris Johnson y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han acordado extender las negociaciones del acuerdo comercial del Brexit ante los avances en las últimas horas. Los dos líderes se habían fijado la fecha límite del domingo, pero la llamada mantenida a primera hora de la tarde sirvió para desbloquear la situación y revivir las esperanzas de un acuerdo bajo la línea de meta.
«Tuvimos una llamada telefónica útil esta mañana», informaron Johnson y Von der Leyen en un comunicado conjunto. «Debatimos los principales temas no resueltos. Nuestros equipos negociadores han estado trabajando día y noche durante los últimos días.Y a pesar del agotamiento después de casi un año de negociaciones, a pesar de que los plazos se han incumplido una y otra vez, creemos que en este momento es responsable hacer un esfuerzo adicional».
«En consecuencia, hemos encomendado a nuestros negociadores que continúen las conversaciones y vean si se puede llegar a un acuerdo incluso en esta última etapa», recalcaron los dos líderes, que dieron aparentemente instrucciones a sus equipos para seguir negociando más allá del domingo.
«Creo que el Reino Unido debería seguir intentándolo», reconoció Johnson, tras una sesión informativa por videoconferencia con su propio gabinete. «Pienso que eso es lo que cree la gente en este país y lo vamos a intentar de todo corazón siendo lo más creativos que podamos. Pero lo que no podemos hacer es poner en un compromiso todo lo que significa el Brexit».
El ‘premier’ reconoció sin embargo que las conversaciones entre Londres y Bruselas siguen «aún muy lejos en los asuntos clave» de la negociación. «Pase lo que pase, el Reino Unido estará muy muy bien», ha añadido el ‘premier’, dejando de nuevo la puerta abierta a la posibilidad del ‘no deal’.
CAOS
En plena cuenta atrás de las negociaciones, las escenas de caos en los puertos y en las carreteras británicas y francesas sirvieron de severa advertencia. El inminente fin del período de transición del Brexit y el temor a un ‘no deal’ han provocado ya una avalancha de camiones rumbo al Eurotúnel, con colas de más de 15 kilómetros en Dover y en Calais.
El peor escenario posible -más de 7.000 camiones colapsando la autopista A20- ha empezado a tomar cuerpo esta semana en el sureste británico, mientras las torres de contenedores se apilan tanto en el puerto de Dover como Felixstowe, en el condado de Suffolk. La sensación de desbordamiento es tal -extendiéndose poco a poco a los puertos de Southampton y de Londres- que muchos barcos se ven obligados a no hacer parada en suelo británico y enfilar directamente hacia el puerto de Róterdam en los Países Bajos, según revela The Daily Mail.
El colapso en la llegada y distribución de mercancías está afectando ya a la distribución de medicinas y equipos protectores contra el coronavirus y a la llegada a la estanterías de los juguetes de Navidad. Ikea y Jaguar fueron de las primeras compañías en dar la señala de alerta por la falta de suministros. Apple, Primark y el fabricante de bicicletas Brompton han reconocido también que la entrega de sus productos se enfrenta a retrasos de varias semanas por la situación de los puertos.
Al aumento habitual del tráfico y del comercio por estas fechas se une la disrupción causada en los últimos meses por el Covid y la preocupación ante una posible colapso a partir del 1 de enero, con la entrada en acción de 50.000 agentes de aduanas y la vuelta una frontera «dura» de entrada y salida al Reino Unido, agravada aún más la posibilidad de un «no deal».
«GARANTÍAS SIGNIFICATIVAS»
El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, reconoció el papel mediador del primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, que advirtió que si el Reino Unido quiere un acceso sin aranceles al mercado único, la UE tiene al menos que tener «unas garantía significativas» de que no va a haber una divergencia en el futuro.
«Mark Rutte ha sido siempre muy pragmático y siempre hemos estado muy cerca de los holandeses en este asunto», admitió Raab. «La cuestión de fondo es sin embargo si vamos a estar obligados a seguir las reglas de la UE en el pasado, presente o futuro, o si vamos a poder ejercer el control de nuestras leyes, como cualquier país democrático, sin tener que encontrarnos de pronto con un torpedo de aranceles».
El primer ministro irlandés, Michéal Martin, ha sido también muy activo en las últimas horas con su llamada al consenso: «Si hemos sido capaces de llegar a un acuerdo sobre cómo poner en práctica el Protocolo de Irlanda, tenemos que superar el resto de los obstáculos. El 97% del acuerdo está ya sellado, sería un fallo terrible a nivel de Estado que no pudiéramos llegar a un acuerdo sobre la línea de meta. Es vital que no tengamos un final abrupto, porque el daño sería muy grande».