Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
A dos meses del decreto de confinamiento y cuarentena obligatoria por parte del gobierno, los paraguayos podemos mirar hacia atrás y ver lo que hemos conseguido. Los números de muertos es menor en términos comparativos con otros países, la economía se encuentra en estado de desastre con más de 100 mil personas que no pueden continuar en sus lugares de trabajo y lógicamente un fuerte golpe a la economía informal y las pequeñas y medianas empresas.
Otro tema que continúa es la corrupción, no hay casi compras de ningún insumo de carácter médico que no haya estado envuelto con un hecho de corrupción. Desde el Ministerio de Salud, pasando por la Dinac, Petropar, y otras organizaciones se ha tenido que conformar una comisión desde el Gobierno para echar mano a esto que es de efectos pandémicos en Paraguay.
Si uno mira en estos 60 días hemos logrado ciertas cosas importantes, un cumplimiento de aproximadamente un 70% de parte de la población, un número importante, un 30% que ha tenido que moverse porque se encontraban dentro de las labores que no podrían dejar de hacerse, y por otro lado, las personas que no quieren ser ni disciplinadas ni cumplidoras.
Sesenta días han pasado desde el inicio de la cuarentena y es un tiempo para ver cuánto hemos crecido en términos individuales y sociales, cuánto hemos puesto al país por delante de nuestras apetencias y nuestros intereses particulares, y si al final de ese arqueo que no sabemos aun cuándo se hará, vemos que el país ha crecido en términos de comprensión de su carácter grupal, de lo que significa el interés público, habrá valido de algo esta cuarentena, bastante singular y pesada para todos.
